Hace unos días regresando a Querétaro desde Houston, nos tocó usar el nuevo sistema para lectura de pasaportes electrónicos, tecnología con la que cuenta el Aeropuerto Internacional de Querétaro desde noviembre de 2024, “agilizando” el ingreso de pasajeros provenientes de vuelos internacionales “sin ayuda de un agente aduanal” y lo señaló entre comillas, ya que de ninguna manera fue más ágil y desde luego que se requiere de un agente, pues el sistema no trabaja como debería, ya que los encargados no dan indicaciones precisas de cómo pasar por las máquinas, de manera que el sistema marca error si pasas con equipaje, y es lógico que regresando de un vuelo internacional, traerás maletas contigo.

Para iniciar, un pasaporte biométrico es un documento de viaje electrónico que contiene un chip integrado, similar al de una tarjeta bancaria, con información del titular, como: fotografía de alta calidad y en formato específico, huellas dactilares, escaneo del iris (en algunos países) y datos personales en la página de identificación del mismo. El sistema lector de estos documentos lo puede utilizar cualquier persona que ya cuente con un pasaporte actualizado que contenga un chip con estos datos. Puedes identificarlo fácilmente: en la portada lleva un símbolo dorado rectangular con un círculo en el centro y una línea en la parte inferior, este icono indica que el documento contiene información en su interior, y desde luego que representa una evolución crucial en los sistemas de identificación y control migratorio, pues gracias a la integración de tecnología avanzada, ofrece una combinación de seguridad, eficiencia y comodidad tanto para los viajeros como para las autoridades fronterizas, claro, sabiéndolo utilizar. En Querétaro estamos en pañales, las filas se hacen interminables, pues aún cuando ya existan cuatro máquinas en el aeropuerto, los encargados no te dicen que debes de quitarte todo lo que traigas encima, tal como si pasaras por los filtros de seguridad cuando vas a abordar. Resulta que cuando llegas de un vuelo es lógico portar tu maleta de mano o “carry on”, y al no dar información precisa, la máquina marca error, luego de ello, debes formarte nuevamente para que hagan tu registro de manera manual, y entonces es cuando “la tecnología le gana a la inteligencia”, y no sirvió de nada que tuvieras un documento tan moderno.

Queridos lectores, la adopción de estos nuevos sistemas es, sin duda, un paso importante hacia un futuro donde la identidad digital segura sea la norma a nivel mundial. Pero si dejamos que “la tecnología le gane a la inteligencia” desde luego que no servirá de nada. Creo sumamente importante que el personal esté debidamente capacitado para que los procesos de verdad sean más ágiles y el servicio al pasajero sea de calidad. Estarán de acuerdo conmigo en que la tecnología está bajo el control humano para sus fines y aplicación; sin embargo, muchas veces confundimos el concepto al asegurar que “los aparatos son los inteligentes” cuando en realidad no sabemos utilizarlos. En fin, las máquinas lectoras no están programadas para rechazar a personas con equipaje, ojo, “no están programadas”. No dejemos todo a la tecnología, el personal debe estar capacitado para usarlas y nosotros como pasajeros poner de nuestra parte para que el sistema funcione y entonces sí, agilizar. Ustedes, ¿ya tienen su pasaporte biométrico?

*Periodista y conductora

Premio Internacional de

Periodismo Turístico 2022

Otorgado por la OMPT

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